Bueno, bueno, bueno...pues ya estamos por aquí otra vez. Nos desplazamos al embalse de Cíjara para ver si ya están los peces al 100% o aún les queda un poquito.
Como siempre quedamos tempranito en el km47 de la N-V a tomar café y empezar a preparar la jornada de pesca psicológicamente, ya sabéis...yo pondré esto yo lo otro...¿saldrán ya a superficie?¿estarán muy orillados?...Esta vez fuimos Felipe, Galindo y yo Javi, el que os narra.
Lo primero de todo nada más llegar a donde tenemos la barca, fue solucionar el problema que tuvimos con el motor eléctrico en la pasada jornada, ya llevaba preparados unos bulones para probar. ¡Perfecto! va de cine uno de los que he traído, el eléctrico está arreglado en mucho menos tiempo del que habíamos pensado inicialmente. ¡P'al aguaaaaa!
El embalse estaba a tope y por esta razón decidimos echar la barca por la lengua en el Poblado de Cijara en lugar de por la fuente, ya que estando tan lleno no hay casi espacio para maniobrar en ésta última. Una vez allí, nos dio un poquito de miedo ya que estando frenado, el coche hacía un toc, toc, toc y era que se escurría hacia abajo...¡¡¡Dios!!! pero finalmente, la echamos sin ningún tipo de problemas igual que la sacamos por la tarde.
Comenzamos la jornada en un punto caliente cerca del coche, pero ni caliente ni nada de nada, ni una sola picada, por lo que decidimos ir a otro sitio camino de Helechosa.
Allí fue donde conseguimos la primera pieza, nuestro querido Felipe estrenaba la jornada con este torpedete de 1Kg. orillados, muy orillados.
No tardó Galindo en darnos otra sorpresa, otro pez de kilo. Parece que en esta ocasión todos iban a ser de igual porte.
Deciros que los pequeños también salieron, pero por desgracia o ventura, los pequeños no tienen aún permiso para hacerse fotos, como son menores...jeje
Ahora le tocaba de nuevo a Felipe, con otro kilero, ma cachis que yo no sacaba nada :-(
Y por fin, después de mucho dale que te pego...mi kilero, yujuuuuuu
Era momento de parar a descansar y comer tranquilamente en el Bar La Barca, con nuestro querido Abel, un hacha de la hostelería. Uuuummmm.
¡¡¡Nos pusimos como el kiko!!! y a buen precio.
Después y un poco apagados por la comida, nos fuimos de nuevo al agua a ver que tal se daba la tarde.
Esta vez empecé yo con mi kilero.
Y al poco tiempo repetía, jajaja yujuuuuuu
Fue entonces cuando Galindo hizo amén de su experiencia en esto de la pesca, engañando a la pieza mayor de la jornada, 1.640kg, buen bicharraco si señor, ¡enhorabuena!
Y Galindo con los suyos...
Pero Felipe no se iba a quedar atrás y nos demostró su maña para capturar los dos últimos peces antes de marcharnos.
Y así aconteció esta salida, en la que nos divertimos mucho en buena compañía (lo digo por los basses, claro) jajaja
Un abrazo a todos y nos vemos en la próxima.
Javi
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